
El calzado respetuoso, es también conocido como calzado minimalista.
Este calzado imita al pie descalzo, con la diferencia de ir protegido y seguro.
En los primeros años de vida, los pies y las manos tienen mayor sensibilidad, poner un calzado duro impide el conocimiento del entorno, por el contrario, el calzado respetuoso o minimalista dan libre movimiento al pie, por tanto libertad y conocimiento de su entorno, esto es beneficioso para su crecimiento.
El pie de un niño no es la versión pequeña del pie de un adulto.
El pie de nuestros peques está en continuo desarrollo, en este momento es muy importante el calzado que elegimos para ellos, así evitamos deformaciones y lesiones.
Las características a cumplir son puntera, ancha y redonda para dar libertad de movimiento a los dedos, suela blanda, sistema de sujeción con velcro (más cómodo para la autonomía de los peques), y contrafuerte inexistente (nada de dureza) y plano (sin tacón).
A partir de los 3 años es la edad adecuada para acudir a un profesional (podólogo).
Aunque en determinadas ocasiones debemos ir antes en caso de que haya algún problema en el pie (deformación digital, uñeros, formas de caminar inadecuadas).
Mi nombre es Paula Pérez y ya desde pequeña me apasionaba el mundo sanitario, y durante mi etapa de estudiante sentí que mi vocación era esa, la salud y en especial la Podología.